Perseverencia
Siempre lamento mi falta de perseverancia cuando era joven. Comencé a practicar las artes maritales para fortalecer mi frágil cuerpo, pero siempre dejaba de hacerlo tan pronto como me sentía un poco mejor. Finalmente, hace treinta y nueve años, postrado en cama por la tuberculosis, resolví comenzar a practicar y no dejar de practicar nunca más ... Practiqué mañana y noche para asegurar la continuidad y perseverancia, aunque estaba ocupado enseñando compromisos y actividades extracurriculares.