Reflexiones Sobre Taichi; Vol 4, Nº 5, Octubre de 2003

Long River Taichi Circle. Wolfe Lowenthal. Cheng Man-ching

Wolfe escribe:

El océano

Nos fuimos al océano en nuestras vacaciones. No necesitaba un descanso tanto como necesitaba concentrarme en cierto trabajo espiritual que había descuidado. Según estaba practicando Taichi en la sólida arena de Rye Beach, New Hampshire, comencé a sentir el océano. Y consuelo.

El profesor a menudo utilizaba la imagen de un pez, como si lo sacabas del agua moría. Nosotros somos como peces, excepto que vivimos en el aire - en el chi- en vez de en el agua.

Reflexioné sobre las cualidades del océano y del pez dentro de él. No hay nada del pez que no sea parte del océano: el pez respira el océano; el océano llena al pez y lo contiene; el pez y el océano son uno.

Estamos, por tanto, en el gran océano de chi. Nos llena y nos contiene. Y para la sensación de que estamos separados dentro del mar de chi --dentro de la aparente individualidad de nuestro cuerpo y mente--, es el tejido conjuntivo del chi. El océano de chi crea, infunde y conecta todo. La separación es una ilusión. Solo hay océano.

La gran idea del Profesor de "invertir en perdidas" toma una especial profundidad junto a la idea de océano. Si eres capaz de sufrir pequeñas perdidas, al final tendrás pequeñas ganancias. Solo si eres capaz de soportar grandes perdidas tendrás grandes ganancias.

"¿La ganancia?, perder perder perder", decía el profesor, "hasta que no tengas ya nada más que perder". Hasta que no hayas perdido toda COSA. La ilusión de que estamos separados; nuestra incapacidad para aceptar "la luminosa virtud", de que somos uno con la grandeza del chi

--Wolfe

Wolfe escribe:

Capítulo 8

La mejor actitud es ser como agua.
El agua favorece a todas las cosas sin competir con ellas.
Busca aquellos lugares que el hombre aborrece.
Por tanto se aproxima al Tao
--Lao Tzu
(De libro "Lao Tzu: Mis palabras son muy fáciles de entender" del Profesor Cheng Man Ching)

La no-competición es el principio central en la aplicación del Taichi Chuan. No resistirse y no insistir; no oponer fuerza contra fuerza. Que no es lo mismo que rendirse. El Taichi es un arte marcial. Su paradoja es no lidiar pero ser capaz de protejerse a uno mismo; defender al débil ante las agresiones; incluso pelear por la libertad y la justicia están dentro de los parámetros del Taichi.

No competir y ser como el agua, es la vía a lo milagroso, el gran poder de nuestro "chuan". Buscamos transcender las limitaciones de lo material y alcanzar el nivel del chi.

Como preguntaba un estudiante, "¿Alguien ha alcanzado el nivel donde solo se usa el chi, sin uso del cuerpo?."

De hecho, la realidad es nosotros estamos usando siempre "solo el chi". Que somos carne y huesos es en si mismo parte de la ilusión: somos energía, que es lo que importa esencialmente. El Taichi refina esta comprensión. En el nivel de recibir energía (jiejing), nuestra sensación es que no sentimos el cuerpo del oponente, ni tampoco sentimos nuestra propia fuerza. Tomamos prestada su fuerza, permitimos que se canalice a través nuestro hasta la tierra y seguimos al oponente a la vez que se empuja a si mismo. Hay un gran poder, pero es sentido por ambos tan insustancial como el aire. No hay fuerza en ninguna de las partes; es energía interactuando con energía.

Ambos, Lao Tzu y Cheng Man Ching, enfatizan que para cultivar el Tao y su virtud la humildad es necesaria. El agua va a lugares que la mayoría de la gente aborrece, no es egoísta ni arrogante.

Wolfe escribe:

La Vida Es Maravillosa

Conduciendo hacia clase el viernes por la noche, pensaba sobre como exponer la idea de relajación a la clase de iniciación. Es un reto porque desde el punto de vista de la comprensión de la palabra para un novicio, nuestro principio de relajación es complejo y de varios niveles.

Llegué pronto y paseé hasta Munson Library antes de la clase. Kathy Mazor estaba esperando sola plantada en el suelo con los brazos ampliamente abiertos. En este preciso segundo al verla, un flash atravesó mi mente de Kathy diciéndose a si misma "wow! La vida es maravillosa". En el siguiente instante me di cuenta que estaba terminando la expansión, los brazos ampliamente abiertos, al final de la forma.

"La vida es maravillosa" es una aspecto de la relajación.

Gunnar Olsson escribe desde Suecia:

Hallo,

Hace poco visité una página web sobre kundalini y "enfermedades de taichi", esta clase de enfermedades está siendo cada vez más común en occidente. Siendo un practicante de Taichi desde hace mucho tiempo, no había oído nunca nada sobre esto antes.

El mensaje era que, puedes hacerte mucho daño practicando taichi y que existen informes y presentación de casos de gente que han tenido horrorosas experiencias e incluso han sido hospitalizados en clínicas psiquiátricas.

¿Es una descripción exagerada o parte de la escena real?

Apreciaría aprender de tus puntos de vista sobre este asunto.

-- Gunnar Olsson

Repuesta de Wolfe:

Perdóname por fanfarronear un poco, una de las muchas cosas que adoro del "Estilo Yang Simplificado", es que tiene protecciones intrínsecas del que adolecen otros sistemas. Por ejemplo "poco a poco, gradualmente".

Hace unos años cuando estaba en New York City recibí una llamada de una persona que había estado estudiando qui gong (chi kung) y tenía un problema. "He descubierto el chi, pero ahora no lo puedo desconectar". Admito que mi primera reacción fue sonreír, pero pronto me di cuenta que esta pobre persona se estaba dañando. No podía trabajar, no podía dormir.

Esperaba poder ofrecerle alguna ayuda, pero pasa que un problema "fuera de escena o contexto" no es solo lo único inefectivo que hay allá afuera. También existe el problema de que algunas cosas funcionan demasiado bien. El Taichi del Profesor está equilibrado en este aspecto; es como si estuviésemos aprendiendo a incrementar el voltaje al mismo tiempo que desarrollamos el cableado para manejarlo. Sin un equilibrio entre "voltaje" y "cableado" nos podemos cortocircuitar, hay un cierto riesgo.

Confesaré, por cierto, que mi animalillo interior va en otra dirección. He visto algún escrito sobre una lesión denominada "rodilla de taichi". La discusión implica que el Taichi puede en ocasiones ser perjudicial para las rodillas.

Pienso de nuevo en algunos de mis viejos hermanos y hermanas durante mis años de estudio. Muchos de ellos llegaron al Taichi con dolencias de rodillas de años de practica de artes marciales de estilos duros y otros esfuerzos atléticos. Sin embargo, ellos encontraron en la práctica del Taichi el poder de curación que el Taichi tiene sobre nuestras articulaciones.

Entonces ¿que es la "rodilla de taichi"?. Mi idea es que aquellos que lo sufren están descuidando uno de los puntos más críticos, nuestro peso debe estar en el centro del pie, en el punto conocido como "pozo burbujeante" o "muelle de asalto". Este punto, apenas justo detrás de la almohadilla de nuestro pie, no puede ser pasado por alto. Si en tu practica, tu peso está es la zona interior o exterior de tu pie, o en los dedos o en el talón, o en cualquier otra parte que no sea el "pozo burbujeante", estás buscando problemas. No solamente perderás el profundo poder de curación que le Taichi ofrece a nuestras rodillas y tobillos, sino que te arriesgas a una lesión.

La tensión y "flotación" de un novicio le proteje hasta un cierto punto. Pero según se va desarrollando la relajación, según vamos hundiendo, profundizando en nuestra práctica, estamos enviando un montón más de peso hacia abajo. Es importantísimo que canalicemos este peso hacia la tierra más que dejar que se estanque en la rodilla o el tobillo. El "pozo burbujeante" es la clave para esta canalización.

Incluso la más mínima punzada, el más leve dolor en nuestra rodilla debe servirnos como una alerta para colocar el peso en el centro del pie. Este dolor te llevará a una comprensión más profunda del Taichi, o te conducirá fuera si no eres capaz de prestarle atención.

--Wolfe

Gary Shapiro escribe:

En un correo electrónico que te envié hace algún tiempo, mencionaba que había estado en un seminario de fisioterapeutas basado en los 8 métodos (ofrecidos por uno de los estudiantes de Patrick Watson). El escogió cinco como los más relevantes (llevar la luna por sombrero, pararse al borde de un precipicio, nubes amenazantes, andando sobre el hielo). Apreciaría algún apunte sobre los tres restantes y comentarios sobre el conjunto completo.

Respuesta de Wolfe:

En realidad no conozco demasiado sobre ellos. Me gustan mucho y básicamente practico con cuatro de los que mencionas (menos nubes arrebatadoras).

Pienso que son estupendas para el gong fu de cualquiera, pero fueron diseñadas para gente demasiado enfermiza para estar cómodos con la forma normal. Mis favoritas son "llevar la luna por sombrero" y "pasear sobre el hielo". Cuando pienso en la máxima "Busca practicar taichi todo el tiempo, no solo cuando estás haciendo taichi" no hay mucho más tan importante para mi que los principios inherentes a estos dos ejercicios.

--Wolfe

Y un poco más de lo mismo sobre lo anterior de David Mazor:

La idea de practicar varias horas de Taichio cada mañana o tarde siempre me parece un hito que me propulsa a proclamarlo como la meta ideal para mañana y me deja un sentimiento de más que una pequeña culpabilidad por la insuficiencia de la practica de este mismo día.

Puede ser que practicara una hora, o media hora, o lo que fuese que me permitió una agenda apretada. ¿Dos horas por la mañana? ¿Quien tiene tanto tiempo?. ¿Dos horas por la noche?, estoy realmente cansado, puede que mañana.

Hace poco, tuve la oportunidad de pasar un tiempo en casa de Wolfe mientras el hacia su rutina diaria. Fue entonces cuando vi con que facilidad Wolfe hacia sus horas de practica cada día. Hace de hecho horas cada día. ¿El secreto?, hace un poco cada vez. Wolfe puede estar escribiendo una carta y cuando es el momento de tomar un descanso que mejor forma de hacerlo que unos pocos minutos de ejercicio de enrraizamiento. Después de leer el periódico, Wolfe hace una forma. Pasas un día alrededor de Wolfe y lo observarás trabajando su taichi en todas las cosas cotidianas del día a día. Mientras aclara unos platos o conversa por teléfono, deliberadamente cambia su peso de una pierna a otra. Bajando al vestíbulo, mmm, parece como si andara sobre hielo. Un poco más tarde está haciendo otra forma.

Todo parecía tan fácil. Una forma por aquí, un poco de enrraizamiento por allá. Cuando le pregunté sobre ello asintió que hacia de hecho varias horas de taichi al día. Rió, "No estoy tan loco como para hacerlo todo junto de una vez".

--David

Escribe David Mazor:

El otro día estaba ponderando los misterios del empuje de manos y volvió un pensamiento recurrente, "¿Porque es tan fácil practicar con Wolfe, el más aventajado de todos nosotros y sin embargo tan dificil hacerlo con gente con menor nivel?". Debería ser al revés. Después de todo, alguien que es inexperto tiene una energía tan obvia comparada con la de él. Aún así, cuando practico empuje con Wolfe todo se siente tan suave, como si no hubiese bordes ásperos. Entonces comprendí. Wolfe siempre dice que la cuestión es pegarse y escuchar. Me di cuenta que tan imperfectamente como yo me adhiero a él, el está haciendo un muy buen trabajo adhiriéndose a mi y el resultado es el mejor contacto que he experimentado durante toda la semana. Todo ello me habla del hecho de que nuestras dos energías juntas hacen que el conjunto sea una energía balanceada.

--David

( Fin de Reflexiones sobre Taichi Vol 4, nº 5. COPYRIGHT © 2003 WOLFE LOWENTHAL )